Os enseño una tarta en la que he estado trabajando bastante horas, todo minúsculo, así que al ser todo tan mini, es mucho más difícil de trabajar, pero bueno. Querían una tarta con unos bebés y todo lleno de juguetes.
El bizcocho era de vainilla, bañado con almíbar de cítricos y rellena de ganaché de chocolate.
Los bebés representan a la pequeña Eva, cuando tenía algunos meses menos que ahora, jugando con sus dos primos, con todos sus juguetes.
Aquí una imagen más de cerca, para que podáis comprobar que no había ni un sólo hueco ya.
Desde siempre, a ella le ha llamado especialmente la atención un carrusel rosa, con el que se quedaba mirando fijamente, mientras sus caballitos daban vueltas y más vueltas.
Aquí una foto con otra vista, y el baúl repleto de cosas de llamativos colores en el fondo.
Su otro primito, encantado, jugando con su tren.
Y por último, os pongo otra foto, para que podáis apreciar el detalle de la locomotora en marcha, con el humo saliendo de ella.
Y hasta aquí ya no se que más deciros, que me encantan hacer tartas así, y que espero que os haya gustado, un saludo:
Lidia.